El refrán Dar palos de ciego hace referencia a actuar sin rumbo fijo, sin un plan claro o sin saber exactamente lo que se está haciendo. La expresión proviene de la idea de una persona privada de la vista que golpea al azar con un palo, sin certeza de dar en el blanco. Esta imagen se vincula con la falta de dirección o la toma de decisiones erráticas.
El refrán tiene un trasfondo histórico ligado a juegos tradicionales. Uno de los más conocidos es la piñata, donde los participantes, con los ojos vendados, deben golpear una olla de barro para romperla y obtener los premios que contiene. Sin embargo, también existían juegos más crueles en la Edad Media, como los celebrados en Castilla, Aragón y Navarra. En estas festividades, a varios ciegos se les entregaban estacas y se les introducía en un corral con cerdos vivos, con la intención de que los golpearan. No obstante, la verdadera diversión para los asistentes era ver cómo los ciegos terminaban golpeándose entre ellos.
Uno de los registros históricos más antiguos sobre esta práctica se encuentra en la crónica latina de Alfonso VII, el Emperador, rey de Castilla y León. En este texto, se menciona que en las bodas de su hija bastarda, Urraca, con García Ramírez, rey de Navarra, en 1144, se llevó a cabo un evento de este tipo.
Refranes parecidos
Existen otras expresiones populares con un significado similar a Dar palos de ciego:
- Ir dando tumbos: Indica actuar sin dirección fija o sin claridad.
- Tantear el terreno: Hace referencia a probar algo sin certeza de su resultado.
- Navegar sin rumbo: Se emplea para describir la falta de planificación.
- Errar el tiro: Indica fallar en un intento por falta de precisión o información.