La expresión con azúcar está peor refleja el concepto de que algunas soluciones o excusas no solo fallan, sino que agravan el problema original. Se utiliza para desaconsejar intentos de mejora cuando estos, en lugar de resolver una situación, pueden empeorarla. También se emplea para señalar que, al intentar suavizar o justificar un error, se acaba intensificando su impacto.
Ejemplos comunes:
- Ya le explicaste lo sucedido, no le des más vueltas ni adornes la historia, con azúcar está peor.
- Intentó calmar la situación, pero solo complicó todo aún más; ya sabes, con azúcar está peor.
Origen de la frase Con azúcar está peor
El dicho se atribuye al músico navarro Emilio Arrieta (1823-1894).
En su época de director del conservatorio de Madrid, Arrieta vivía en una humilde pensión de la calle del Desengaño. Al parecer, del cuarto de baño salía permanentemente un olor de lo más desagradable y el músico insistía a la patrona para que arreglara el problema. Un día, al regreso a la pensión, Arrieta percibió un olor aún más penetrante y desagradable. La patrona le contó que había pasado toda la tarde quemando azúcar para que se fuera el hedor del baño, a lo que el músico contestó: «¡Ay, doña Blasa. ¡Con azúcar está peor!». De todas formas, más bien parece una anécdota creada, como en tantos otros casos, a posteriori. ¿Por qué no interpretar el dicho en un sentido más literal?: a veces resulta peor endulzar las situaciones difíciles; se acaba resultando empalagoso.
Refranes relacionados:
- El remedio es peor que la enfermedad (cuando la solución empeora el problema).
- No hay peor cuña que la de la misma madera (hacer algo similar o adicional suele empeorar el conflicto).
- De buenas intenciones está empedrado el camino al infierno (el resultado negativo de intenciones bienintencionadas).